“Me propusieron ir a un piso de Acollida i Esperança y me han cambiado la vida” Blanca, trabajadora de Mansol y usuaria del servicio de vivienda

Según datos del Departament de Territori, solo el 1,7% del parque de vivienda de Cataluña se destina actualmente a alquiler social. Esta cifra, sumada a la gran precariedad laboral de hoy en día, dificulta severamente la situación de bienestar de muchas familias en todo el territorio catalán. Si a todo esto, además, le añadimos que la persona que busca alquiler se encuentra en situación de exclusión y de vulnerabilidad social, el reto es todavía más mayúsculo y quimérico.

La Blanca accedint al seu nou pis, facilitat gràcies al servei d’habitatge de la Fundació Acollida i Esperança
Blanca accediendo a su nuevo piso, facilitado gracias al servicio de vivienda de la Fundación Acollida i Esperança

Ayudamos a cambiar la situación vulnerable de Blanca 

Blanca lleva dos años trabajando a Mansol Projectes en el área de montajes industriales. Su tarea principal hasta ahora ha sido como peón industrial y supervisando el final de una cadena de montaje. Ha trabajado en proyectos como por ejemplo: los detectores de humos y gases de COFEM o soldando estaño en conectores eléctricos para JJ Bcn Internacional.

La Blanca executant el muntatge industrial d’un dispositiu antiincendis de COFEM al taller de Mansol
Blanca ejecutando el montaje industrial de un dispositivo antiincendios de COFEM al taller de Mansol

Cuando llegó a nuestra empresa social su situación era de una vulnerabilidad severa y de exclusión social: “antes de llegar a Mansol estaba en un piso de un proyecto del Ayuntamiento de Badalona. Era un piso de transición, puesto que en dos meses me tenía que ir de allá. Esta situación me inquietaba mucho, no estaba bien psicológicamente ni económicamente, todo lo veía oscuro porque cuando empezaba a ver la luz, me comunicaron que tenía que marchar, esto hizo que volviese a derrubarme.” – nos pone de manifiesto Blanca. 

Después de un año de estar con nosotros, hicimos un contrato fijo a Blanca y es en este punto que: “a partir de aquí empiezo a buscar piso, pero es imposible. Hay un gran problema en el tema de la vivienda social, y la única opción que me propusieron era ir a vivir en una habitación de la cual tenía que pagar 400 euros y con mi hijo a cargo. Yo no dormía y me preguntaba: ¿qué hago con mi hijo y con mi vida?” – se pregunta la trabajadora de Mansol. 

Blanca finalizando el montaje industrial de COFEM al taller de Mansol
Blanca finalizando el montaje industrial de COFEM al taller de Mansol

Blanca, trabajadora de Mansol Projectes, empieza una nueva etapa en su vida gracias al acompañamiento del servicio de vivienda de Acollida i Esperança 

Una vez tenemos conocimiento de esta situación de precariedad, se trabaja mucho más estrechamente con el área social de Mansol, conjuntamente con Blanca, para dotarla del apoyo, el acompañamiento y los recursos necesarios para revertir esta situación.

Blanca preparando una cafetera en su nueva cocina
Blanca preparando una cafetera en su nueva cocina

En este caso, enseguida le ofrecimos un piso del servicio de vivienda de Acollida i Esperança: “hablé con la responsable del área social de Mansol para exponerle mi situación y al cabo de muy poco, me llegó la gran noticia: me propusieron de ir a un piso del servicio de vivienda de la Fundación Acollida i Esperança.” – afirma Blanca.

Blanca i el Killer, la seva entranyable mascota
Blanca y Killer, su entrañable mascota

En Mansol, todo nuestro trabajo se rige siempre por un doble objetivo: por un lado, la voluntad de ofrecer un servicio de calidad y competitivo para nuestros clientes, y por el otro, que este servicio genere un beneficio social y de impacto positivo. Es por eso, que nos alegra mucho saber todo lo que supone este cambio en su vida, no solo en lo económico sino también social y psicológicamente: “quiero volver a pasar una Navidad con todos mis hijos y poder poner el árbol de Navidad en mi casa y sentirme bien! Hace un mes que estoy viviendo en esta casa y estoy muy contenta.” – concluye Blanca. 

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